En Pulidos Fénix Valencia, el pulido de suelos es el primer paso para devolver la uniformidad, el brillo y la elegancia original a cualquier tipo de pavimento.
Realizamos este trabajo con pulidoras trifásicas o monofásicas de 7,5 caballos, dependiendo de la instalación eléctrica que tenga el cliente, garantizando la máxima potencia y precisión.

El proceso se adapta al tipo de suelo: terrazo, mármol, hormigón o mosaico, y consiste en un desbaste progresivo con granos 30, 50 u 80, continuando con afinados 100, 200 y 400 para conseguir una superficie perfectamente lisa.
Posteriormente, aplicamos diamantes de alta calidad y un cristalizado final para sellar y proteger el pavimento.

Este método asegura un acabado uniforme, sin marcas ni poros, y prepara el suelo para su abrillantado o vitrificado posterior.

El cristalizado o vitrificado de suelos es un tratamiento que aporta brillo, dureza y protección.
Se realiza con máquinas rotativas de 500 mm y velocidad de 1200 revoluciones, utilizando cristalizadores de primera calidad que reaccionan químicamente con el pavimento.

El proceso se realiza aplicando el producto con lana de acero del nº1 o nº2, dependiendo del tipo de superficie (mármol o terrazo), logrando un brillo uniforme tipo espejo.
Una vez cristalizado, se realiza un sellado final que permite fregar y pisar el suelo sin riesgo de deterioro.

Además, se trabajan con detalle las orillas, rincones y rodapiés, para dejar el suelo completamente pulido, brillante y limpio.

El diamantado de suelos es un procedimiento técnico de alto rendimiento que realza el brillo natural del pavimento sin recurrir a ceras ni cristalizadores.
En Pulidos Fénix Valencia trabajamos con rotativas de 50 cm de diámetro y 1200 revoluciones, equipadas con platos diamantados de diferentes granulometrías, desde 30 hasta 800.

Este proceso elimina microarañazos, manchas y marcas de uso, dejando un suelo uniforme, sellado y con brillo natural.
Antes de diamantado, tapamos todas las juntas, disimulamos agujeros y corregimos imperfecciones, logrando una superficie continua y resistente.

Es ideal para suelos de mármol, terrazo o piedra natural que buscan recuperar su aspecto original con una terminación profesional y duradera.

El abrillantado y limpieza de suelos es el toque final que realza el brillo y la elegancia del pavimento tras los tratamientos de pulido, diamantado o cristalizado.

Utilizamos máquinas rotativas ligeras con discos especiales y ceras naturales de alta calidad, que proporcionan un brillo duradero y una capa de protección frente al uso diario.

Durante el proceso, se realiza una limpieza técnica profunda de orillas, rincones y rodapiés, asegurando un acabado homogéneo en toda la superficie.
Este tratamiento deja el suelo brillante, sedoso al tacto y completamente protegido, perfecto para hogares, comunidades, hoteles y locales comerciales.